El Global Teacher Prize podría decirse es el equivalente al «Premio Nobel de los Profesores», pero ¿Quién fue la persona que lo ganó este año?. La ganadora del 2017 es la profesora Maggie MacDonnell. De origen canadiense da clases en una comunidad remota de Quebec de tan sólo 1300 habitantes, ciudad que tiene altos indices de embarazos adolescentes, abusos sexuales o problemas de drogas entre sus estudiantes.
Dubái fue durante tres días la sede de una gran celebración con aires de gran gala para homenajear a los profesores del mundo. Entre los 10 finalistas elegidos entre más de 50.000 aspirantes.
La ganadora de 37 años, trabaja desde hace seis en esta población inuit remota a la que solo se puede acceder en avión.
MacDonnell, está convencida del aprendizaje basado en proyectos, una práctica docente centrada en enseñar a los alumnos a través de experiencias de la vida real. En su escuela, esta profesora de secundaria ha puesto en marcha un programa para alumnas que habían dejado las aulas o estaban en riesgo de hacerlo. “Busqué la manera de darles un lugar agradable, productivo y seguro al que ir”, explica. Su fórmula fue implicarlas en trabajo para la comunidad. Están dando de comer a otros estudiantes. “Tenemos un problema de mala alimentación, por desgracia hay muchos niños que vienen al colegio con hambre y eso afecta a su capacidad de aprender”, según MacDonnell. “Las alumnas preparan comida saludable para el conjunto de la escuela”.
¿Cual es la clave de esta profesor y que la hace especial?
Ella en sus alumnos mira Soluciones y no Problemas.
Su estrategia se basa en tres puntos:
1.- Motivar a los jóvenes a volver a la escuela, mediante la participación en proyectos que les interesaen – desde clases de cocina hasta la mecánica.
2.- Estos talentos e intereses se utilizan para abordar y abordar los problemas de la comunidad.
3.- Sus estudiantes luego reciben elogios y reconocimiento. Tienen poca confianza y son vistos negativamente por la comunidad. Pero «darles una nueva plataforma positiva para soportar mientras contribuyen a la comunidad es transformadora tanto para mis estudiantes como para la comunidad», mencionó Maggie.
El dinero del premio, repartido en 10 anualidades, debe ser destinado a fines educativos. MacDonnell anunció que lo usará para crear una ONG con sus alumnos centrada en combatir el cambio climático, que afecta especialmente a la zona del Ártico en la que vive.