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Autor: María de Lourdes Barajas Navarro
El aprendizaje basado en problemas (ABP) como Técnica didáctica es una metodología centrada en el aprendizaje, en la investigación y reflexión que siguen los alumnos para llegar a una solución ante un problema planteado por el profesor.
Generalmente, dentro del proceso educativo, el docente explica una parte de la materia y, seguidamente, propone a los alumnos una actividad de aplicación de dichos contenidos. Sin embargo, el ABP se plantea como medio para que los estudiantes adquieran esos conocimientos y los apliquen para solucionar un problema real o ficticio, sin que el docente utilice la lección magistral u otro método para transmitir ese temario.
En esta metodología los protagonistas del aprendizaje son los propios alumnos, que asumen la responsabilidad de ser parte activa en el proceso. Al mismo tiempo que ayuda al alumno a desarrollar y a trabajar diversas competencias, entre ellas:
- Resolución de problemas
- Toma de decisiones
- Trabajo en equipo
- Habilidades de comunicación (argumentación y presentación de la información)
- Identificación de problemas relevantes del contexto profesional.
- La conciencia del propio aprendizaje
- La planificación de las estrategias que se van a utilizar para aprender.
- El pensamiento crítico.
- El aprendizaje auto-dirigido.
- Las habilidades de evaluación y autoevaluación.
Como paso previo a la planificación y utilización del ABP se deben tener en cuenta dos aspectos fundamentales: Que los conocimientos de los que ya disponen los alumnos son suficientes y les ayudarán a construir los nuevos aprendizajes que se propondrán en el problema.
Y dos, que el contexto y el entorno favorezca el trabajo autónomo y en equipo que los alumnos llevarán a cabo (comunicación con docentes, acceso a fuentes de información, espacios suficientes, etc.)
Es necesario: Seleccionar los objetivos, dentro de las competencias establecidas en la materia, de la cual, se pretende que los alumnos logren dicha actividad.
Escoger la situación problema sobre la que los alumnos tendrán que trabajar. Para ello el contenido debe: Ser relevante para la práctica profesional de los alumnos.
Ser lo suficientemente complejo (pero no imposible) para que suponga un reto para los niños. De esta manera su motivación aumentará y también la necesidad de probarse a sí mismos lo que pueden lograr.
Es muy importante que los alumnos puedan formularse preguntas y abordar la problemática con una visión de equipo, pero sin que esto llegue a desmotivarles o crearles ansiedad.
Orientar
Las reglas de la actividad y el trabajo en equipo. En ocasiones, trabajar en grupo puede crear tensiones, malestar entre los miembros, descoordinación, etc. Estos conflictos dentro de los grupos suelen ser beneficiosos para el crecimiento de los alumnos, si se solucionan adecuadamente. Para que estos problemas, no entorpezcan demasiado el trabajo de los equipos, el docente puede proponer el reparto de roles dentro de los grupos. El capitán, cuidar los tiempos, moderador, etc. pueden ser algunos ejemplos. Todos los alumnos, aparte de desempeñar estos roles, deben participar activamente en el trabajo común.
Establecer un tiempo y especificarlo para que los alumnos resuelvan el problema y puedan organizarse. El tiempo puede abarcar determinadas horas, días e incluso semanas, dependiendo del alcance del problema. No se recomienda que el tiempo dedicado al problema sea excesivamente extenso ya que los alumnos pueden desmotivarse, y el objetivo ya no ería el esperado.
Ventajas:
- Retención duradera.
- Conocimientos relacionados con los anteriores.
- Memoria de largo plazo.
- El aprendizaje del alumno es afectivo.
- Es personal, depende de los recursos cognitivos del estudiante.
Organizar
Sesiones de tutoría donde los alumnos (a nivel individual y grupal) puedan consultar con el maestro sus dudas, sus inquietudes, sus logros, sus cuestiones, etc. Este espacio ofrece al docente la posibilidad de conocer cómo avanza la actividad y podrá orientarles, animarles a que continúen trabajando, etc. Los maestros crean la oportunidad para intercambiar ideas, exponer las dificultades y los avances en la resolución del problema.
Conclusiones
Ya que este método aumenta la motivación para aprender, particularmente en los diferentes problemas que se le presenta a diario a los alumnos, resulta necesario llevarlo a cabo día a día, para lograr la formación de estudiantes con autonomía, críticos, cooperativos, investigativos; dejando a un lado la enseñanza tradicional, donde los conocimientos eran adquiridos memorísticamente, de forma tal que el aprendizaje era temporal y sin ninguna repercusión en su vida. Con dificultades para su aplicación, pero que serán en lo posible superadas, sí así, lo queremos.
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