La Planeación Didáctica Argumentada se ha vuelto la preocupación y al mismo tiempo la ocupación de muchos docentes de educación básica a últimas fechas. He tenido la oportunidad de platicar con cientos de docentes de este nivel y han externado su intranquilidad porque se les ha pedido hacer este tipo de planeación dentro de la cuarta fase de la evaluación para el Desempeño Docente. Algunos de ellos, los de edad más avanzada, expresan su ansiedad sobre todo cuando se enteran de los parámetros, el propósito y los aspectos que considera. Pareciera que es un sinfín de elementos que se deben de tomar en cuenta para su elaboración, que sólo pensarlos, -dicen-, les genera estrés. Sin embargo, si de manera más objetiva se identificaran los beneficios que esta planeación trae a su práctica docente, (los cuales podrían ser muchos), sentirían menos pesado el gran tiempo que deben de dedicar para la observación mínima de su grupo y la redacción que requieren para poder realizarla, ya que esto les ayudaría también a argumentar, a volver más objetivos sus resultados y nadie les cuestionaría el arduo trabajo que realizan día a día.
Empecemos por pasos para profundizar en el tema: Este tipo de planeación se ubica entre las 5 etapas que se proponen para evaluar el desempeño docente. Tiene como propósito principal evaluar la argumentación que el docente hace sobre las estrategias didácticas elegidas para desarrollar una planeación didáctica, así como evaluar la reflexión sobre lo que el docente espera que sus alumnos aprendan y el cómo lo harán. Algunos de los rubros que contiene son que el docente sea capaz de identificar el contexto interno y externo en el que se desenvuelve el grupo; que tenga un diagnóstico, su plan de clase, las estrategias de intervención didáctica así como las estrategias de evaluación. Su redacción es libre y profunda de modo que pueda argumentar la planeación, a diferencia de la redacción que se hace únicamente en la planeación didáctica, la cuál es más breve.
Este tipo de planeación argumentada, según Tobón, (2015) es un escrito elaborado por el docente, en el que analiza, justifica, sustenta y da sentido a las estrategias didácticas y de evaluación que aplica con sus estudiantes considerando el contexto. Por lo tanto, consiste principalmente en la elaboración de una planeación didáctica que ayuda a mostrar el ejercicio de todos los días de la práctica docente y en realizar una argumentación sobre dicha planeación. También de ella se espera observar cómo el docente está reflexionando sobre sus expectativas para el aprendizaje de sus alumnos. Los formatos que se manejan presentan más o menos la misma información y el docente únicamente necesita familiarizarse con ellos, de la misma manera en la que ha aprendido a tomar decisiones de enseñanza de manera empírica, de acuerdo al perfil de sus alumnos cuando los observa, pero en esta ocasión lo hace de manera más consciente, y por escrito, describiendo cada detalle de los diferentes rubros que se solicita sean considerados.
Por ejemplo, si se pide que especifique el contexto interno y externo del grupo, algo que puede empezar a describir es: ¿Cuántos alumnos son? ¿Cuáles son sus edades? ¿Qué tipo de relación se ha generado en el grupo? ¿Qué tipo de roles juegan en clase? ¿Qué edades tienen? ¿Qué tipo de escuela los alberga?¿Es rural? ¿Es urbana? Y si se piensa en el contexto externo, se requiere identificar, como mínimo el tipo de área en la que se encuentra ubicada la escuela, tipo de población, situación económica y educativa en general, tradiciones o costumbres, tipo de familia, etc. Considerar al contexto puede ser demasiado benéfico para el docente, ya que esto le permitirá aplicar diversas estrategias didácticas para que el proceso de enseñanza y el proceso de aprendizaje sea más efectivo.
Este tipo de planeación didáctica argumentada incluye considerar competencias o la competencia propuesta, tema, contenido, aprendizajes esperados, según el curriculum vigente del nivel educativo que esté trabajando así como la asignatura, la modalidad de trabajo y por supuesto el grado.
Seguramente, el día de la evaluación se le pedirá al docente que argumente su planeación y el docente deberá recordar estos puntos antes mencionados, pero de manear estratégica, se le puede pedir que seleccione esa área o asignatura que conozca más, para que pueda desarrollarla sin contratiempo. La Planeación didáctica Argumentada no representa dificultad alguna si se reflexiona sobre su objetivo principal que es mostrar y fundamentar de manera más objetiva las decisiones del docente sobre sus estrategias didácticas elegidas y cuánto ha sido capaz de identificar a sus alumnos para saber qué necesitan aprender y cómo; a la vez que pueda explicar el porqué seleccionó alguna actividades y otras no. Probablemente esta es una actividad que ha hecho de manera automática en muchas ocasiones, pero en esta ocasión tendrá que sentarse a escribirla. Esto será una gran herramienta de apoyo, principalmente para el docente, sobre todo si se piensa en el aspecto interesante de la escritura libre, que aborde lo que están observando durante un diagnóstico; por ejemplo, cuando describen el contexto interno y externo, y la toma de decisiones para la enseñanza; en una combinación antropológica-didáctica que podría generar cientos y miles de respuestas a las cuestionantes de los grandes cambios y problemas que se están generando en la sociedad del siglo XXI.
Artículo publicado en el periódico Síntesis en el mes de Febrero del 2016. Mtra. Rosalía Nalleli Pérez-Estrada
Artículo claro y consiso, gracias.